Una hora de actividad podría ayudar a prevenir la discapacidad, muestra nueva investigación
(CNN) — La pérdida de la capacidad de moverse y realizar las actividades de la vida diaria puede llevar a una pérdida de independencia y puede incluso ser mortal. Por ello, los investigadores se están centrando en la prevención de afecciones que pueden llevar a la discapacidad.
Estar físicamente activo puede ayudar a prevenir la discapacidad en aquellas personas que tienen o corren el riesgo de padecer afecciones comunes. Según un nuevo estudio, los adultos con síntomas en las articulaciones de las extremidades inferiores, como dolor o rigidez, que realizan al menos una hora de ejercicio moderado a vigoroso cada semana, tienen más probabilidades de estar libres de discapacidades después de cuatro años que aquellos que no cumplen con estas metas de ejercicio.
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El estudio, publicado el lunes en el American Journal of Preventive Medicine, examinó a los participantes en la Osteoarthritis Initiative, un gran estudio multisitio sobre la osteoartritis de rodilla, que tenían un mayor riesgo de discapacidad debido a los síntomas de las extremidades inferiores, de 2008 a 2014.
La artritis es la inflamación de las articulaciones, el lugar donde los huesos se unen en el cuerpo y puede causar discapacidad. La osteoartritis es un tipo de artritis que se produce con el envejecimiento y el uso excesivo de las articulaciones.
«Las personas que comienzan a experimentar dolor, rigidez y debilidad ocasionales pueden tener artrosis temprana, el tipo más común de artritis que afecta a más de 30 millones de estadounidenses«, dijo Cindy McDaniel, vicepresidenta principal de salud del consumidor de Arthritis Foundation, una organización sin fines de lucro.
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Como el cartílago, el tejido que cubre el hueso entre las articulaciones se desgasta gradualmente, y los huesos pueden frotarse entre sí y causar dolor. Debido a esto, la osteoartritis a veces se denomina como una enfermedad articular degenerativa, o artritis de «desgaste», explicó McDaniel.
Dorothy D. Dunlop, autora principal del estudio y profesora de medicina reumatológica y medicina preventiva en la Escuela de Medicina Feinberg de Northwestern, dijo que los investigadores «se enfocaron en adultos con dolor, rigidez o dolor en la parte inferior de las articulaciones [cadera, rodilla, tobillo, pie], porque tienen un riesgo elevado de desarrollar discapacidad».
Aunque estos pacientes, de 49 a 83 años de edad, tenían problemas en las articulaciones de las extremidades inferiores, se consideraron libres de discapacidad al inicio del estudio. Ellos reportaron realizar caminatas de al menos 1 metro por segundo y no informaron limitaciones en sus actividades de la vida diaria, como vestirse o caminar por una habitación.
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Para medir sus niveles de actividad, los pacientes fueron monitoreados con acelerómetros.
«Después de monitorear la actividad física, los participantes fueron entrevistados cada dos años durante cuatro años», dijo Dunlop. Los resultados mostraron que las personas que realizaron al menos 56 minutos de ejercicio moderado a vigoroso por semana tuvieron un 86% menos de riesgo de tener movilidad reducida en comparación con aquellos que hicieron menos ejercicio.
«Una hora por semana de actividad enérgica es fácil de recordar y, al mismo tiempo, es un indicador casi tan fuerte de mantener las habilidades básicas como los umbrales óptimos», dijo Dunlop.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan 150 minutos por semana de ejercicio moderado para las personas con artritis. Estas pautas ayudan a establecer expectativas, pero no siempre se siguen. Casi la mitad de los adultos estadounidenses se ejercitan menos de lo recomendado, según la encuesta nacional de salud de los CDC.
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Las investigaciones anteriores han demostrado que la actividad física previene la discapacidad, pero este es el primer estudio sistemático que analiza el compromiso de tiempo mínimo requerido para mantener la capacidad de vivir de manera independiente.
«La identificación de una meta de actividad física basada en la evidencia que apoya estas habilidades básicas puede motivar a los adultos mayores inactivos a comenzar su camino hacia los beneficios de salud de un estilo de vida físicamente activo», dijo Dunlop. «Si el trabajo futuro muestra que una hora a la semana de actividad moderada se relaciona beneficiosamente con otros resultados de salud, este umbral podría proporcionar un objetivo intermedio de actividad física».
Los autores del estudio reconocen algunas limitaciones: debido a que observaron a adultos con afecciones articulares sintomáticas de las extremidades inferiores, en lugar de afecciones generales de la articulación, los resultados se pueden generalizar menos. Además, los acelerómetros no pudieron registrar las actividades en el agua y pueden subestimar las actividades de ciclismo.
Hay una creciente necesidad de prevenir la discapacidad. «A medida que la prevalencia y el impacto de la osteoartritis han aumentado», señaló McDaniel, «la atención se centró en mejorar las técnicas de diagnóstico, las opciones de tratamiento y los resultados de los pacientes».
Una de las maneras de mejorar los resultados del paciente es alentar un estilo de vida activo, que es clave para mantener la independencia. La conclusión es mantenerse lo más activo posible, enfatizó Dunlop.