¿Deberían asociarse Biden y Bolsonaro para proteger el Amazonas? Algunos activistas brasileños dicen que no
(CNN) — Cuando el entonces candidato presidencial Joe Biden le ofreció a Brasil US$ 20.000 millones para proteger el Amazonas, el presidente Jair Bolsonaro los rechazó con desprecio. Ahora, a activistas brasileños les preocupa que los dos líderes terminen llegando a un acuerdo.
Estados Unidos espera ver «un compromiso muy claro» de Brasil para combatir la deforestación ilegal en el Amazonas antes de la cumbre de líderes mundiales convocada por Biden para el 22 de abril con el objetivo de dialogar sobre medio ambiente, dijo a CNN un portavoz del Departamento de Estado esta semana. «Creemos que es realista que Brasil logre una disminución real de la deforestación para el final de la temporada de incendios de 2021», dijeron.
Bolsonaro es el «peor enemigo» del Amazonas, advierten organizaciones a Biden
Sin embargo, una coalición de 198 organizaciones de la sociedad civil brasileña, incluidos activistas del medio ambiente e indígenas, advierte a Estados Unidos que no confíe en su presidente en temas ambientales. En una carta abierta publicada el martes, los grupos describen a Bolsonaro como el «peor enemigo» del Amazonas. Además dicen que Bolsonaro primero debería cumplir con sus obligaciones actuales para detener la deforestación.
«No es sensato esperar que cualquier solución para el Amazonas surja de reuniones a puerta cerrada con su peor enemigo», dice la carta dirigida al Gobierno de Estados Unidos. «Cualquier proyecto para ayudar a Brasil debe ser construido a partir del diálogo con la sociedad civil, gobiernos subnacionales, la academia y, sobre todo, con las comunidades locales que saben cómo proteger el bosque y los bienes y servicios que alberga», explica.
«Ninguna conversación debería avanzar hasta que Brasil haya reducido las tasas de deforestación al nivel requerido por la ley nacional de cambio climático y hasta que retire la serie de propuestas de ley enviadas al Congreso que contienen retrocesos ambientales», agrega la carta.
El Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño dijo a CNN en un comunicado que Estados Unidos y Brasil están «estudiando la posibilidad de profundizar la cooperación bilateral» en temas de medio ambiente y deforestación. Explicó que las discusiones son «estrictamente intergubernamentales». El Ministerio de Medio Ambiente de Brasil no respondió a una solicitud de comentarios.
¿Qué ha hecho el Gobierno de Bolsonaro por el Amazonas?
Los esfuerzos hechos hasta ahora por el Gobierno de Bolsonaro para proteger la Amazonia podrían calificarse, de manera generosa, como ineficaces. Los críticos, por su parte, van más lejos y llegan a citar su historial como evidencia de una intención deliberada de debilitar las protecciones ambientales. En diciembre, la deforestación en el Amazonas brasileño, que a menudo es resultado de operaciones ilegales de desmonte, alcanzó los niveles más altos en 12 años.
Bosque amazónico en peligro, más de lo que se pensaba 0:49
El presidente brasileño ha dicho que se debe proteger el bosque y aprobó varios decretos con ese objetivo. Sin embargo, simultáneamente ha alentado el desarrollo industrial allí, le ha quitado fondos a las agencias responsables de prevenir la tala, la ganadería y la minería ilegales, y ha respaldado la legislación que legalizaría industrias extractivas como las del petróleo y el gas en tierras indígenas.
Perder más territorio del Amazonas podría tener repercusiones en todo el planeta. El Amazonas, la selva tropical más grande del mundo, es una defensa vital contra el cambio climático. El abuso de las actividades humanas en lugares salvajes como este también se ha vinculado con la propagación de nuevas enfermedades como el covid-19.
La postura de Biden
Biden ha mostrado tener una gran conciencia sobre la importancia de los bosques para la salud del planeta. El año pasado se comprometió durante la campaña electoral a movilizar un esfuerzo global para presionar a Brasil para que proteja el Amazonas, incluida esa zanahoria de US$ 20.000 millones para que Brasil «deje de talar el bosque» o enfrente consecuencias económicas. Bolsonaro, fanático del entonces rival de Biden, Donald Trump, se lo tomó mal en ese momento. Acusó a Biden de tener «codicia» por el Amazonas y dijo que no aceptaría «sobornos» ni «amenazas».
Sin embargo, las cosas cambiaron desde que Biden se convirtió en presidente. «Los equipos de negociación de los dos países se han reunido para profundizar en el entendimiento sobre las necesidades y oportunidades para mejorar el bioma amazónico y combatir la deforestación ilegal, entre otros temas», dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil a CNN.
«Los diálogos han progresado de manera consistente en áreas de interés para Brasil, como el financiamiento y la colaboración técnica orientada a acciones para combatir la deforestación en la región amazónica», agregó.
Estados Unidos ve al país como un socio vital para mitigar el cambio climático y reducir las emisiones globales, dijo el portavoz del Departamento de Estado. «Apoyar y alentar las acciones de Brasil para reducir la deforestación y asegurar el camino hacia un futuro fuerte con cero emisiones netas» es un «enfoque clave» para la administración Biden, explicó.
Para lograrlo serán necesarias «soluciones que incluyan la participación de la comunidad local, incluidas las comunidades indígenas y tradicionales, así como nuevas tecnologías y enfoques para brindar incentivos», agregó el portavoz.
El recelo de los activistas por el medio ambiente
Sin embargo, algunos defensores del medio ambiente en Brasil se muestran recelosos. «Estamos muy preocupados por lo que se está negociando ahora y cuáles son las bases del acuerdo», dijo Marcio Astrini, director de la red ambiental Observatorio del Clima.
También señaló que el gobierno de Bolsonaro no ha gastado los fondos existentes destinados a la lucha contra la deforestación. Y expresó sus dudas de que cualquier dinero adicional se utilice bien.
En una entrevista reciente en el periódico O Estado de Sao Paulo, el ministro de medio ambiente brasileño, Ricardo Salles, propuso asignar dos tercios de un hipotético nuevo fondo de ayuda ambiental proveniente del extranjero de US$ 1.000 millones a acciones de desarrollo económico en las áreas del Amazonas. Un tercio se destinaría a detener la deforestación.
Estados Unidos no ha dicho si le ofrecería fondos a Brasil para la cooperación climática. Ni el Departamento de Estado ni la Casa Blanca respondieron a las solicitudes de comentarios sobre las declaraciones de Salles.
Flora Charner, Shasta Darlington e Ivana Kottasova de CNN contribuyeron a este reporte.