Este nuevo corazón artificial responde a la actividad del paciente
(CNN Business) — Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en el mundo, y alrededor de una de cada cinco personas en los países desarrollados sufrirá una insuficiencia cardíaca en su vida.
En los peores casos, el único tratamiento es un transplante. Pero como fallan más corazones de los que se donan, los pacientes pueden pasar años en una lista de espera.
Para ayudar a las personas que están esperando por un trasplante, la compañía francesa Carmat desarrolló un «corazón artificial completo», un dispositivo para reemplazar todo el corazón de la persona hasta que se encuentre un donante.
El dispositivo, que tiene una forma similar a la de un corazón humano y pesa 4 kg, cuenta con dos paquetes de baterías que le proporcionan cerca de cuatro horas de carga antes de que sea necesario conectarlo a una fuente de energía.
Los sensores detectan la presión arterial y, en respuesta, un algoritmo controla el flujo sanguíneo en tiempo real. «Funciona como un corazón humano, así que si el paciente camina, el flujo sanguíneo aumenta, y si el paciente está en reposo, el flujo sanguíneo es estable y bajo», dijo a CNN Business el presidente ejecutivo de Carmat, Stéphane Piat.
Las partes del dispositivo que están en contacto con la sangre del paciente están hechas de material compatible con el cuerpo humano. Esto tiene como objetivo reducir el riesgo de que haya reacciones adversas. Una vez que se implanta de manera quirúrgica en el paciente, el dispositivo no necesita mantenimiento, explicó Piat.
Carmat desarrolló un «corazón artificial completo».
Este corazón atifical está listo para salir al mercado
Hasta ahora, 19 pacientes recibieron el dispositivo durante diversas pruebas. En diciembre, la empresa recibió el marcado CE, lo que le permite a Carmat vender el producto en la Unión Europea. Además, el mes pasado recibió la autorización para comenzar un estudio de viabilidad con el objetivo de obtener la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Carmat espera comenzar a vender su corazón artificial en Alemania para fines de junio. Para fin de año, Piat espera que Carmat haya fabricado 20 corazones, que se venderán a hospitales por más de 160.000 euros cada uno (US$ 190.000). Si bien el dispositivo es adecuado para la mayoría de los hombres, el diseño actual es demasiado grande para la mayor parte de las mujeres.
Carmat se creó en 2008, pero el cirujano francés Alain Carpentier comenzó a desarrollar su corazón artificial hace 25 años. La compañía tiene ahora cerca de 190 empleados y ha recibido más de 250 millones de euros (US$ 300 millones) en financiación.
Martin Cowie, profesor de Cardiología en el Imperial College de Londres, explica que durante décadas los investigadores han intentado crear una bomba mecánica que pueda reemplazar completamente un corazón. Cowie dice que los intentos pasados con frecuencia causaron accidentes cerebrovasculares, coágulos sanguíneos e infecciones, pero que los materiales que usa Carmat son un paso en la dirección correcta.
Además agrega que el diseño es un concepto interesante. «El tiempo dirá (…) pero me gustan sus ideas», le dijo a CNN Business.
Otros dispositivos
El mercado de la tecnología para tratar las enfermedades cardiovasculares tendrá un valor de más de US$ 40.000 millones para 2030, según la compañía de investigación de mercado IDTechEx.
Otros corazones artificiales completos están en desarrollo, pero el único que actualmente está en el mercado es producido por SynCardia, con sede en Arizona. Este dispositivo tiene una frecuencia de latido fija, en lugar de ajustarse de forma autónoma a la actividad física del paciente.
Otra compañía francesa, CorWave, está desarrollando un dispositivo para personas con insuficiencias cardíacas menos graves. Este ayuda a bombear sangre desde una de las cuatro cámaras del corazón en lugar de reemplazar todo el órgano.
El «dispositivo de asistencia ventricular izquierda» de CorWave.
El presidente ejecutivo Louis de Lillers dice que CorWave obtuvo unos 80 millones de euros (US$ 96 millones) en financiación, incluidos 15 millones de euros (US$ 17,9 millones) de la Comisión Europea, y se está preparando para realizar ensayos clínicos en Estados Unidos y Europa. Ya existen varios dispositivos que ayudan a bombear sangre desde una cámara pero, según De Lillers, CorWave usa una tecnología nueva que lo hace más sensible a la actividad del paciente.
«Podemos rastrear la actividad del paciente y podemos adaptar el flujo a las necesidades del paciente», explicó.
Un dispositivo para toda la vida
En un principio, Carmat y CorWave van a comercializar sus dispositivos como medidas temporales para los pacientes que esperan un trasplante. Sin embargo, el objetivo a largo plazo de ambas compañías es fabricar dispositivos que se puedan usar de manera permanente.
«La visión es que se utilice como (…) un dispositivo de por vida», dijo Piat. «Pero eso significa recopilar datos a más largo plazo, por lo que lleva más tiempo», explicó.
A Cowie le alegra ver que las empresas están probando nuevos enfoques y cree que muchas personas se podrían beneficiar.
«Creo que podríamos llegar a la etapa en la que podríamos decir honestamente a los pacientes que es tan probable que les vaya bien con una bomba mecánica como con un trasplante», explica.