Serie especial “Atrapada en dos mundos”

A Jess Enriquez Taylor le gusta siempre lucir un maquillaje dramático, con sombras oscuras y brillos en los ojos, pestañas postizas largas y delineador además de un labial en tono rosado, sin embargo no siempre puede verse así por ser una mujer transgenero; “se siente bien feo porque tengo que ser dos personas diferentes para complacer a otra gente” dijo Enríquez.

La vida fronteriza de Enríquez es dura, ella tiene casa en Mexicali, Baja California con familiares, quienes aún no aceptan su identidad actual lo que la obligan a esconder su otro yo “vivo con otras personas que tengo que respetar y cuando no estoy en casa me visto como yo quiero pero cuando estoy en casa me tengo que comportar y ser otra persona diferente” explicó.

A diario Enríquez enfrenta una constante lucha entre pretender ser el hombre que nació cada vez que cruza esta frontera a Mexicali o vivir su libertad como ella misma en Calexico, California. Por esta razón prefiere permanecer en el otro lado de la frontera; Calexico, donde cada noche tiene que buscar posada en casa de conocidos y amistades “me quedo de vez en cuando con mi mama, no más de dos días porque ella vive en un senior complex y siempre nomas voy con ella cuando me tengo que arreglar y lavar ropa pero siempre me quedo en el garage de amigos o en la sala”.

Enriquez confiesa que le es difícil mantener un trabajo ya que sus jefes suelen discriminarla por su apariencia o pedirle que no se maquille por ello no ha podido conseguir un apartamento donde vivir sola sin la necesidad de regresar a Mexicali.

En una mochila pequeña Enriquez siempre carga todo lo necesario para poder transformarse en la persona a la que considera ser su verdadero “yo”, desde pelucas de cabello, maquillaje y vestuario. Esto lo hace para evitar regresar a Mexicali, donde sufre el rechazo de su familia, “por ejemplo mi hermano me hace usar trastes diferentes cuando yo como en la casa, cosas así son las que sí me duelen mucho. Yo sigo siendo la misma persona la única diferencia es que yo estoy usando maquillaje y ropa diferente y antes cuando llegaba a comer con ellos no hacían eso y piensan que van a agarrar algo de mi nomas por ser de mente cerrada”.

Además de no tener la aprobación de varios en su familia Enríquez dijo que autoridades migratorias tambien la discriminan “a veces me da miedo venirme asi ya arreglada porque siempre me preocupa si voy de prisa me tengo que poner a pensar si van a mandar a segunda revisión porque me ha pasado. Tengo que ponerme de acuerdo a ver que pasa. Cuando paso regular a veces miran mis uñas pintadas y de todas maneras no me quieren agarrar el pasaporte”

Así como Enríquez , existen muchos casos más de mujeres transgenero quienes viven atrapadas en dos mundos, esto por miedo a la marginación de quienes no aceptan su identidad. Tal es el caso de Vanessa quien a sus 55 años aún experimenta desaprobación de quienes la rodean por ser transgenero, por ello pidió que solo se publicara su nombre sin apellidos “mi hijo está separado de su mujer y van a ir a corte y mi ex consuegro dice que no soy un ejemplo a seguir para que a mi hijo le dejen ver a su niña por mi” dijo Vanessa.

Desde temprana edad Vanesa dijo que se identificaba como mujer, algo que su familia no aceptaba lo que causó que huyera de su hogar “no les hizo gracia, de hecho yo tuve que abandonar mi casa porque yo me crie con padrastro y el le dijo a mi mama que no me quería de allí y no necesite que me corriera yo me salí de allí y batalle pero gracias a Dios aquí estoy”.

Fue así como Vanessa llegó a la frontera de Mexicali, sin embargo su transición no tuvo un comienzo fácil donde ella misma se automedicaba hormonas, “por amistades que me decían ponte esta inyección, tomate estas pastillas y así fue como empece. Despues me deje guiar por los consejos de un doctor que llevaba mis transición de hecho de un de repente lo mandaron a otra parte y segui llendo a mexicali a inyectarme y seguir sola mi transición”.

Todo eso quedó en el baúl de los recuerdos y ahora Vanessa es reconocida como mujer ante la ley “me siento realizada, me siento bien realizada que las personas me miren tal y como yo quiero que me miren; como una mujer porque emocional yo me siento una mujer yo nunca me he sentido hombre”.

Enriquez y Vanessa comparten algo en común, ambas reciben apoyo en el Centro de Recursos LGBT del Valle Imperial. Rosa Díaz, directora del Centro dijo que este es el propósito que sirve esta institución “cuando abrimos el centro de recursos era para que la comunidad LGBT del Valle Imperial tuvieran un lugar donde pueden ir y platicar de sí mismos sin prejuicio y tambien que pudieramos nosotros darles servicios, consejería o información acerca de dónde pueden ir acerca de un servicio que pueda ayudarles con su necesidad al momento”.

Los recursos que ofrece el Centro han sido de gran beneficio para Vanessa quien recibió asesoría para poder cambiar sus documentos legalmente “si yo hubiera conocido este lugar desde el principio ya tuviera años con mi nombre legal de vanesa me entiendes” dijo Vanessa.

Por otra parte Enriquez actualmente recibe ayuda emocional profesional “estoy yendo a salud del comportamiento porque yo tuve muchos problemas con el alcohol porque no estaba feliz con mi situación pero ahora que estoy llendo con el psiquiatra ya todo esta mejor porque no tengo que hacer cosas que estaba haciendo antes”.

A pesar de los desafíos que han enfrentado durante su transición ahora estas dos mujeres transgenero le envían un mensaje a aquellas personas que por una razón u otra viven atrapadas en dos mundos “que nomas vives una vez y hay que ser nosotros feliz primero, si las otras personas no se acostumbran pues mejor como dicen con la gente gay y lesbian ‘nosotros hacemos nuestra familia y es mejor con ellos que mal acompañados’ porque ese tiempo nunca se te va a regresar” dijo Enríquez.

“Debemos de ser, realistas, optimistas y ponerle mucho empeño en lo que estamos haciendo y defendernos nosotras mismas, apoyarnos porque somos grupos pequeños y entre nosotras mismas debemos apoyarnos para salir adelante a abrir sus mentes y que aprendan que esto no es una opción y que merecemos el respeto de la sociedad” dijo Vanessa.