Medicina Ancestral: Una practica a punto de desaparecer

Los Cucapah es una comunidad indígena que se estableció al norte de Baja California hace alrededor de tres mil años. De acuerdo a estudiadores, su nombre significa “los que van y vienen” y eso se debe a que años atrás, el grupo se movía de un lugar a otro frecuentemente.

Actualmente los Cucapah son un grupo pequeño pero aún mantienen prácticas antiguas de su cultura.

“Cuando teníamos mal de ojo, porque muy antes viera como salía esa enfermedad, la viruela, el sarampión y nos salía hasta sangre por los ojos, pus y todo eso y cocía el cogollo del mezquite y lo machacaba y el juguito ese no lo echábamos en los ojos y con el juguito ese nos aliviábamos” dijo Inocencia Gonzales Sáenz, jefa mayor tradicional de la comunidad.

Inocencia es una de las pocas personas que empezó a practicar la medicina tradicional desde muy joven. “Pues ya no, puro al doctor y al doctor y no sirven pa’ nada”, dijo mientras reía.

La medicina tradicional es parte de la cultura de la comunidad Cucapah, pero con los años se ha ido perdiendo junto con la lengua.

“Haz de cuenta un eslabón de una cadena porque ya no hay ese conocimiento que traves de la lengua se va pasando de generación en generación. Por eso es muy importante porque el día que se pierde esa lengua, se pierde el grupo. Porque la lengua es lo que trasmite el conocimiento, la cultura, las tradiciones y la música”.

Su práctica terminó cuando inauguraron el dispensario medico en la comunidad. “Prácticamente desde que se creó la comunidad en el ’79 o ’80 se creó el dispensario medico. Entonces es más fácil tomarse un naproxeno que ir a cortar la planta, hacer el te”, dijo la profesora.

Sin embargo por muchos años la hechicería fue su única forma de sanación. “Por ejemplo hay ideas hay leyendas de que había aquí muy buenos hechiceros verdad? todavía a principios del siglo 20”, agrego Sáenz.

De acuerdo a las creencias indígenas Cucapah, los hechiceros tenían que realizar un conjunto de acciones para obtener sus habilidades curativas.

“Por ejemplo los medicos indígenas, ósea los hechiceros que eran los que tenían la función de curanderos dicen que ellos adquirían su saber despues de masticar un pedacito de toloache, de la raíz del toloache y duraban cinco días solos y por allá en el cerro y pues este tenía alucinaciones. Entonces aprendían todos los conocimientos necesarios para curar”, Sáenz dijo.

Aunque la medicina tradicional ya no es tan común, existen quienes aún la practican entre los Cucapah, tal es el caso de Antonia Torres. Ella cura a las personas por medio de rituales que realiza arriba de una montaña en un centro ceremonial.

“El tener este lugar como el centro ceremonial, la ventana, en la lengua Cucapah es “ayuya acupa”. La piedra con hoyo y bueno aquí en este lugar tiene mucha energía. Antiguamente, los Cucapah venían aquí a traer a sus enfermos a curarlos por la energía que tiene este lugar”, explico Torres.

La montaña es considerada un centro ceremonial lo que significa que es un lugar sagrado. Inclusive antes de escalar, Antonia tuvo que pedirle permiso a sus guías espirituales para que pudieramos subir.

“Yo siempre pido permiso. Le pido permiso a los cuatro puntos que son los que nos rigen a nosotros, este los cuatro puntos cardenales. Siempre pedimos por ellos porque allí está el aire, el fuego, la tierra, el viento. Y bueno pedimos permiso a la madre tierra. Yo pido permiso a la madre porque ella es la que nos está dando ahorita, es nuestra casa que debemos de cuidar y debemos de pedir permiso”, agrego Torres.

Antonia usa la oración para sanar a las personas. “Yo curo con la energía que se que tengo. No toco a la gente simplemente con tallarle así mis manos y pues claro pido a mis Dioses que me ayuden a curarlos atreves de ellos que me ayuden a quitarles lo malo que pueden tener”, dijo Torres.

Para Antonia la música es un elemento clave en sus ceremonias y rituales de sanación. “Si tiene mucho que ver en la cultura de nosotros y en la conexión con el universo. Nosotros los cantos es la conexión con el universo, son los cantos que se cantan para la naturaleza. Casi siempre para hacer la ceremonia de bendición, purificación y sanción, los cantos son los que nos acompañan porque eso son los que nos ayudan a tener más conexión para lo que queremos” explico Torres.

Ella desea poder recuperar esta práctica ancestral que está a punto de desaparecer, “Si nosotros pudieramos rescatar la medicina tradicional, pues tendremos un poco más de rescate de nuestra cultura”. Esto es debido porque esto es algo que la conecta con sus raíces. Torres comento, “Pues yo tengo mucha fe en este lugar porque me lo han inculcado porque es parte de mi cultura y es parte de lo que utilizaron nuestros antepasados”.