¿Secuestró Belarús un avión de Ryanair para detener a un activista opositor?
(CNN) — El vuelo 4978 de Ryanair estaba a punto de comenzar su descenso en Vilnius, Lituania, el domingo cuando repentinamente cambió de dirección después de una «alerta de seguridad», girando bruscamente hacia el este y descendiendo hacia la capital de Belarús, Minsk.
Si esa alerta de seguridad fue una invención de las autoridades de Belarús es ahora el centro de un incidente que ha provocado una condena internacional generalizada y ha planteado serias dudas sobre la seguridad en los cielos. Algunos gobiernos han descrito el incidente como un secuestro autorizado por el Estado.
Uno de los pasajeros a bordo del vuelo de Ryanair de Atenas a Vilnius era el activista de la oposición bielorrusa Raman Pratasevich, buscado por diversos cargos. Para él, el desvío era mucho más que un inconveniente. Tan pronto como aterrizó el avión, fue arrestado, según el Ministerio del Interior de Belarús.
El presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, ha enfrentado las protestas de la oposición desde que se proclamó vencedor el año pasado tras unas elecciones muy controvertidas y ampliamente condenadas por la comunidad internacional.
Pratasevich es uno de las docenas de periodistas y activistas que hacen campaña en el exilio contra los 26 años de gobierno de Lukashenko. Es el fundador del canal de Telegram Nexta, que ayudó a movilizar las protestas contra Lukashenko, y fue acusado el año pasado de «organizar disturbios masivos y acciones grupales que violan gravemente el orden público». Está en una lista de buscados por el gobierno por terrorismo.
El motivo por el que el avión cambió repentinamente de rumbo depende de a quién se crea. Ryanair dice que su tripulación fue «notificada por Belarús ATC [control de tráfico aéreo] de una posible amenaza a la seguridad a bordo y recibió instrucciones de desviarse al aeropuerto más cercano, Minsk».
El avión de Ryanair aterriza en el aeropuerto a las afueras de Vilnius, Lituania, el domingo 23 de mayo de 2021.
No es así como las autoridades de Belarús caracterizaron el incidente. El subcomandante de las Fuerzas de Defensa Aérea, el general de división Andrey Gurtsevich, afirmó que después de que se informó a la tripulación de Ryanair de una «posible bomba a bordo», fue el capitán quien «tomó la decisión de aterrizar en el aeródromo de reserva (Minsk-2 )».
Gurtsevich dijo que se envió un avión MiG29 de la Fuerza Aérea de Belarús para monitorear el vuelo y «ayudar» si era necesario.
La versión de Belarús de los hechos ha sido recibida con incredulidad y condena generalizadas entre la comunidad internacional, a pesar de una elaborada exhibición de camiones de bomberos cuando aterrizó el avión, así como de extensos controles de equipaje. No se encontró nada anormal, según Ryanair.
Una razón para el escepticismo hacia la versión de las autoridades bielorrusas: cuando cambió de rumbo, el Boeing 737 de Ryanair, con 171 personas a bordo, estaba mucho más cerca de su destino que de Minsk. Si hubiera habido una bomba a bordo, prolongar el vuelo habría sido una decisión perversa.
Europa y Estados Unidos rechazan la explicación de Belarús
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tuiteó que era «absolutamente inaceptable forzar a @Ryanair a volar de Atenas a Vilnius para aterrizar en Minsk».
«El comportamiento escandaloso e ilegal del régimen en Belarús tendrá consecuencias. Los responsables del secuestro de #Ryanair deben ser sancionados. El periodista Roman Protasevich debe ser liberado de inmediato», dijo von der Leyen en un tuit posterior.
Josep Borrell, el máximo diplomático de la Unión Europea, dijo que el aterrizaje forzoso era «totalmente inadmisible», mientras que el ministro de Transporte de Francia, Jean-Baptiste Djebbari, fue aún más contundente y tuiteó que «secuestrar un avión es inaceptable».
El secretario de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, dijo que «esta extravagante acción de Lukashenko tendrá serias implicaciones».
Los diplomáticos de EE.UU. también intervinieron, y la embajadora estadounidense en Belarús, Julie Fisher, tuiteó: «Lukashenko y su régimen mostraron hoy nuevamente su desprecio por la comunidad internacional y sus ciudadanos.
» Fingiendo una amenaza de bomba y enviando MiG-29 para forzar a @RyanAir a ir a Minsk para arrestar a un periodista de @Nexta por cargos de motivación política es peligroso y aborrecible».
El representante Michael McCaul, un republicano de alto rango en el Congreso estadounidense, dijo en Twitter.» Forzar un avión irlandés con casi 200 civiles inocentes a aterrizar para hacer ese arresto es una afrenta atroz a las sociedades democráticas de todo el mundo».
El vuelo viajaba de una ciudad de la UE a otra, atravesando brevemente el espacio aéreo de Belarús, y su desvío tiene serias implicaciones para las normas de aviación internacionalmente aceptadas
El desafío para la Unión Europea y sus aliados es proponer acciones urgentes para reforzar sus duras palabras, como reconoció el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas cuando tuiteó: «Esto no puede quedar sin consecuencias claras por parte de la UE».
Pero Lukashenko ha hecho caso omiso de las sanciones de la UE dirigidas a él y su círculo más cercano. Después de todo, no es un grupo que dependa profundamente del mundo exterior.
Lukashenko envía tropas a la frontera oeste de Belarús 1:12
Sanciones más profundas dañarían tanto al pueblo de Belarús como al régimen. En cualquier caso, Belarús no está en deuda económicamente con Europa occidental. La UE representa menos del 20% del comercio de Belarús; Rusia representa el 49%.
La UE ya había suspendido los avances hacia unas relaciones económicas más estrechas con Belarús antes de las criticadas elecciones del año pasado.
No está claro si la Unión Europea abordará el incidente con la Organización de Aviación Civil Internacional, el organismo encargado de regular los cielos del mundo. La OACI dijo a CNN el domingo que «por el momento, esto representa un asunto bilateral entre los países específicos involucrados. Cualquier investigación deberá ser realizada por autoridades nacionales adecuadas», quienes podrían presentar una queja al Consejo o Asamblea de la OACI.
La OACI dijo más tarde que estaba «muy preocupada por el aparente aterrizaje forzoso de un vuelo de Ryanair y sus pasajeros, que podría estar en contravención del Convenio de Chicago». La convención rige las reglas del espacio aéreo, el registro de aeronaves y la seguridad.
Al anochecer del domingo, el vuelo 4978 finalmente salió de Minsk después de siete horas en tierra, pero sin un pasajero muy importante. Otras figuras de la oposición ahora temen por la seguridad de Pratasevich.
Sviatlana Tsikhanouskaya, quien compitió contra Lukashenko el año pasado y ahora está exiliada en Lituania, le dijo a CNN el domingo: «Realmente no sabemos lo que le está pasando (a Pratasevich) en este momento y sabemos lo cruel que puede ser [el servicio de seguridad de Belarús]».
Tsikhanouskaya dijo que había estado en el mismo vuelo de Atenas a Vilnius la semana pasada. «La escalada de represión en Belarús y esta situación que ha sucedido con el vuelo es el resultado de la impunidad», dijo a CNN.
«Los países democráticos deberían presionar mucho más a este régimen, a Lukashenko personalmente, para hacerle entender eso».