La nueva taza experimental de Starbucks cuesta más, pero vale la pena
Nueva York (CNN Business) — Starbucks lanzó un programa experimental de «pedir prestado una taza» en lugares selectos de su ciudad de origen, Seattle.
El programa es parte del objetivo de Starbucks de hacer que sus vasos sean más sostenibles y comenzará como una prueba de dos meses en cinco tiendas de Seattle. Los clientes de esas tiendas tendrán la opción de recibir sus bebidas en una taza que pueden volver a usar.
Funciona de la siguiente manera: los clientes pedirán sus bebidas en un vaso reutilizable y pagarán un depósito reembolsable de un dólar. Cuando el cliente termina con su bebida, devuelve la taza y recibe un crédito de un dólar como reembolso más 10 estrellas de bonificación para su cuenta de recompensas de Starbucks.
Si los clientes se llevan el vaso a casa, también pueden aprovechar la asociación de Starbucks con Ridwell, una empresa que recogerá los vasos reutilizables en su casa. Luego, cada taza se limpia y desinfecta y se vuelve a poner en rotación para que la use otro cliente.
Este esfuerzo es solo uno de los muchos intentos de la cadena de café de volverse ecológicos con sus tazas, lo que ayuda a impulsar el compromiso de la compañía de reducir sus desechos en un 50% para 2030. Por ejemplo, Starbucks recientemente rediseñó sus tapas de tazas frías para que necesiten de un popote o pajilla.
Los vasos calientes desechables tradicionales de la cadena están hechos de plástico y papel, por lo que son difíciles de reciclar. Y aunque los vasos compostables podrían ser una opción más ecológica, deben compostarse en una instalación industrial. Por lo tanto, los vasos reutilizables podrían ser una opción más práctica y ecológica, aunque este enfoque puede ser difícil de extender.
Starbucks lanzó una prueba de vasos reutilizables en el aeropuerto de Gatwick en Londres en 2019, un año después de que la compañía lanzara el NextGen Cup Challenge en colaboración con McDonald’s y otros socios para repensar los materiales de los vasos. Los concursantes, desde aficionados hasta firmas de diseño industrial, presentaron propuestas para tazas hechas de hongos, cáscaras de arroz, nenúfares, hojas de maíz y telaraña artificial.