Menores duermen en colchonetas dentro de cápsulas de plástico abarrotadas: así es una instalación en la frontera entre EE.UU. y México
(CNN) — Menores acostados uno al lado del otro dentro de cápsulas de plástico. Estantes repletos de suministros, incluidos biberones y pañales. Niñas acurrucadas en un corralito —donde también duermen por la noche— que cantan y colorean con crayones.
El desafío que enfrenta el Gobierno de Biden en la frontera entre Estados Unidos y México se puede reducir a una serie de fotos.
Este martes, la administración permitió que unos pocos miembros de los medios de comunicación recorrieran una instalación temporal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en Donna, Texas. La instalación tiene más personas de las que puede albergar: hay más de 4.100 inmigrantes a pesar de que su capacidad bajo las restricciones de la pandemia es de 250, informó a la prensa Oscar Escamilla, director ejecutivo interino de la División de Programas Operativos del Valle del Río Grande.
De los 4.100 inmigrantes, 3.400 eran menores no acompañados y al menos 39 llevaban en la instalación de Donna más de 15 días, lo que excede el límite legal de 72 horas. En total, había 5.767 menores bajo la custodia de CBP hasta este domingo.
No cede el drama de los niños inmigrantes en EE.UU. 1:01
El proceso de los menores en la frontera
Hasta que sean trasladados a refugios equipados para cuidarlos, los niños deben esperar en Donna. Una instalación llena de luz artificial y del zumbido de máquinas y personas. En el interior de una de las grandes cápsulas de plástico que separan los grupos de menores, una niña llora. Está rodeada de otros menores sobre colchonetas en el suelo, cubiertos con mantas de papel de aluminio.
«Cuando los menores son detenidos en el terreno, el primer lugar al que llegan es a esta instalación. Todos los menores no acompañados en el (Valle del Río Grande) vienen a esta instalación aquí mismo», señaló Escamilla.
«Ya superamos por mucho la capacidad. Estamos como a un 700% por encima de nuestra capacidad», añadió más tarde.
A principios de febrero, la CBP anunció que abriría una instalación flexible en Donna para procesar a las personas. Este lugar es diferente a las estaciones típicas estaciones de la Patrulla Fronteriza y cuenta con áreas para comer y dormir, según la agencia.
Sin embargo, el número creciente de migrantes que llegan sobrepasó los recursos del Gobierno. Lo que dio lugar a condiciones de hacinamiento y a que los menores pasen períodos prolongados bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza.
Más de 2.000 inmigrantes en las instalaciones de Donna han estado allí por más tiempo del límite legal de 72 horas. Los inmigrantes pasan un promedio de 133 horas en ese lugar.
Controles antes de ingresar a la instalación
Las imágenes que se grabaron este martes ofrecen una mirada a las condiciones de hacinamiento en las instalaciones fronterizas, así como a la gran cantidad de menores en la frontera.
Imágenes de video que difundieron periodistas mostraban un área de entrada en la que los menores, con mascarillas, estaban sentados uno al lado del otro en bancos dentro de una gran tienda de campaña con un inodoro portátil. Antes de que los menores ingresen a este centro se les toma la temperatura y el personal médico los revisa. Los agentes también toman datos biométricos, comprueban registros e ingresan información de las familias y menores. A todos los menores de edad mayores de 14 años se les toman huellas dactilares.
Mientras permanecen en la instalación, los inmigrantes pueden llamar a sus casas cada 48 horas.
Nuevas imágenes de las cápsulas de plástico
Los niños pequeños pasaban el tiempo en un corral para jugar, donde también duermen por la noche, según un reportero que describió un corral morado y rosa que rodeaba a un grupo de unos 27 niños sobre una alfombra con el alfabeto. Los niños que se encuentran allí suelen tener entre 3 y 9 años.
Menores no acompañados de 3 a 9 años de edad miran la televisión dentro de un corralito de juegos en el centro de detención del Departamento de Seguridad Nacional de Donna, Texas, el 30 de marzo de 2021. CNN difuminó los rostros para proteger la identidad de las personas.
También hay una serie de cápsulas de plástico transparentes alineadas donde duermen los menores, cada una de aproximadamente 300 metros cuadrados. Según las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), cada una debería albergar solo 32 menores. En las tres cápsulas que recorrió el reportero había 516, 576 y 615 menores.
En una cápsula que visitaron los reporteros, los menores estaban de pie hombro con hombro a la espera de que les dieran un bocadillo con un Capri Sun y unas galletas Goldfish. Dentro de cada cápsula, los menores duermen, se sientan y están parados espalda con espalda.
Nuevas instalaciones
Normalmente, después de quedar bajo custodia de la Patrulla Fronteriza los menores no acompañados deben ser trasladados en un margen de 72 horas al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés). Esta agencia es la encargada del cuidado de los menores migrantes, salvo en circunstancias excepcionales.
Una vez que están bajo su cuidado, quienes manejan los casos trabajan para que los niños vayan con un patrocinador en Estados Unidos, por ejemplo un padre o un familiar. Sin embargo, debido a la pandemia y las precauciones para evitar la propagación del covid-19, hasta hace poco el departamento solo había podido utilizar algo más de la mitad de las camas que tiene para menores.
En los últimos días, el departamento anunció la puesta en marcha de una serie de nuevas instalaciones, apoyándose en centros de convenciones, instalaciones militares y refugios de ingreso para alojar a los menores.
‘No podemos entregárselos a nadie’
«Si bien (la Oficina de Reasentamiento de Refugiados) ha trabajado para aumentar su capacidad de camas autorizadas a casi 13.500 camas, se necesita capacidad adicional de manera urgente para gestionar tanto las estrategias mejoradas de mitigación del covid-19 como el número creciente de (menores no acompañados) referidos del Departamento de Seguridad Nacional», dijo Ken Wolfe, portavoz del HHS, en un comunicado.
Sin embargo, incluso con esas camas en funcionamiento cada día son más los menores que se encuentran a lo largo de la frontera.
«Lo que nos obstaculiza es el hecho de tener que cuidar 1.200 menores. Ya terminamos. Ya completamos el proceso de la Patrulla Fronteriza, así que si el HHS pudiera quitarnos la responsabilidad de estos menores, entonces sería mejor para todos», dijo Escamilla. «No estamos en el negocio de la detención. Nos vemos obligados a entrar en el negocio porque no podemos entregárselos a nadie».